El 18 de julio de 1936 lo sorprendió ejerciendo de Alcalde suplente por la enfermedad del titular. Cuando comprobó las sanguinarias intenciones de los sublevados, Bernardo huyó del pueblo y se refugió en el campo, a donde sus vecinos le llevaban lo imprescindible para que se pudiera mantener.

Los falangistas organizaban batidas con perros y caballos, como si se tratase de la captura de un animal, cuando Bernardo era un hombre reconocidamente pacífico, honrado y bueno.

Por fin fue capturado y conducido al pueblo, donde los captores lo apalearon y agredieron con porras, palos y hachas.

Herido gravemente en la cabeza, los falangistas no quisieron conducirlo al hospital, y lo llevaron a las Cocheras de Valladolid, donde tampoco tuvo asistencia médica.

Sus compañeros intentaron ayudarlo con sus escasos medios, pero la herida se infectó y Bernardo murió en prisión.

En su certificado de defunción consta que su fallecimiento se produjo como consecuencia de una enfermedad.

Bernardo Quintanilla Riol estaba casado con Valeriana Cuadrado de Paz y tuvieron 6 hijos:

Faustina , de doce años en 1936, Feliciano, Guadalupe , Alejandra , Lauro y Bernarda, que nació el 18-11-1936, y fue, por tanto, póstuma.

Bernardo tuvo 6 hermanos, de los que Feliciano, Gregorio y Aniceto fueron detenidos, ingresados en prisión y expropiados. Anastasio falleció en el frente y quedaron Atanasia y Lucidio, los hermanos más pequeños y los únicos que quedaron en libertad.

La esposa e hijos de Bernardo pasaron años de gran dificultad y mucha necesidad como consecuencia de su detención y muerte. Tuvieron que recurrir a la mendicidad para sobrevivir y pasaron muchos años hasta que su situación mejoró gracias a la ayuda de un hermano de Valeriana, llamado Pedro Cuadrado de Paz, que estaba preso y que se reunió con su hermana cuando salió en libertad, apoyando con su trabajo y su presencia a la familia.