No; es impensable, imposible de todo punto. Porque ningún gobierno elegido por los ciudadanos toleraría la vergüenza de mantener los nombres de aquellos criminales que tantísimo daño hicieron a sus países; y desde hace muchos años, los libros de historia explican claramente el papel jugado por estos personajes, analizando lo sucedido e impidiendo, de esa manera, que nazismos y fascismos se reproduzcan de nuevo.

Aquí, sin embargo, en nuestro país, hubo que esperar setenta años para que un gobierno socialista indicara prudentemente la oportunidad de retirar los nombres de los sublevados franquistas de los callejeros; y digo que lo indicó porque no estableció la obligatoriedad de dicha retirada.

Por este motivo, calles, plazas y avenidas de pueblos y ciudades, ostentan a día de hoy los nombres de las personas que se levantaron en armas el 18 de julio de 1936, derribaron un gobierno constitucional y democrático y eliminaron físicamente a los ciudadanos que lo defendían.

La guerra provocada por estos criminales destruyó pueblos y ciudades; acabó con la economía, devastando los campos, diezmando la población, desangrando la economía y haciendo retroceder al país decenas de años.

Por enésima vez, la ciudadanía vallisoletana exige a sus gobernantes la retirada de estos nombres del callejero de Valladolid. El regidor, señor León de la Riva, ya ha anunciado su negativa a atender el llamado de la ley y de los ciudadanos; los partidos en la oposición municipal, PSOE e IU, se unen a plataformas alternativas en lugar de intervenir con decisión allí donde su representación se lo permite, y los ciudadanos de a pie recogen firmas e intentan hacer oir su voz en los espacios públicos…. Y todo esto, para que se cumpla la ley.

Una paradoja más de nuestro sistema, que cuenta con todo tipo de resortes para obligar a los ciudadanos a cumplir leyes y normativas, a la vez que algunos mandatarios se permiten incumplimientos, objeciones y llamadas a la rebelión cuando las leyes no se ajustan a sus particulares gustos o creencias.