El juicio se había celebrado el día treinta de noviembre de 1936 en la Cárcel Nueva de Valladolid. Los acusados, 75 personas a las que acusaban de rebelión armada por haberse reunido en la noche del sábado 18 de julio en la Casa del Pueblo de Laguna con la finalidad de organizar la resistencia contra las fuerzas sublevadas.
Permanecieron toda la noche en el recinto, pero a la mañana siguiente, 19 de julio, el pueblo fue asaltado por contingentes armados a los que se unieron los fascistas de Laguna. Tras un tiroteo por las calles del pueblo, los reunidos se rindieron, fueron detenidos y los trasladaron a las prisiones de Valladolid. Algunos de ellos no volverían jamás. En la sentencia se dictaron 13 penas de muerte, 39 condenas de treinta años de prisión, 11 de quince años, y 8 de ocho años. Fueron absueltas cuatro personas.

“FALLAMOS, que debemos condenar y condenamos a pena de muerte a ASTERIO MUÑOZ RIVERA, ARGIMIRO VICENTE MUÑOZ, ELÍAS FRAILE ARQUEROS, EZEQUIEL MERCHAN BURON, GERARDO CABAÑAS FERNÁNDEZ, GONZALO SANTOS VALLELADO, HIPÓLITO RODRÍGUEZ FENÁNDEZ, LEONARDO MARTÍN RECIO, LAUREANO FRAILE CORTEZÓN, MARIANO ENJUTO RUIZ, MARCELINO HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ, RAMON ROMERA ORTEGA Y SATURIO FRANCISCO DE DIEGO, como autores con la calidad de dirigentes de un delito de rebelión militar en el que concurre la circunstancia agravante de su gran trascendencia y peligrosidad acreditada a los responsables”.

Las trece condenas de muerte se cumplieron apenas 20 días más tarde. Los condenados no tuvieron tiempo de resolver sus asuntos; anonadados, algunos se despidieron de sus familias mediante cartas manuscritas en las que apenas podían expresar más que estupor, sorpresa y desde luego, protestas de inocencia.

FUSILAMIENTOS

Los laguneros condenados a muerte fueron fusilados en las Cascajeras de San Isidro en dos grupos, el primero de ellos el día 27 de enero de 1937, y el segundo, el 28.
Previamente, el día 5 de diciembre, habían fusilado a Herminio Agudo, juzgado en otra causa.
Los condenados fueron trasladados a la Cárcel Nueva, donde estaba instalada la capilla.
El gobernador fue el encargado de firmar el último de los documentos referentes a la ejecución: la Orden de Enterramiento Todos los fusilados de Laguna fueron enterrados en el cementerio del Carmen de la ciudad de Valladolid.

Los fusilados

Herminio Agudo Prieto, de 30 años, ferroviario, estaba casado, tenía dos niños pequeños.

Madrugada del día 27 de enero:

Gerardo Cabañas Fernández, alcalde. Condenado a muerte y fusilado por oponerse al Movimiento y organizar la resistencia durante la noche del 18 de julio en Laguna, pero en realidad estaba detenido en la cárcel de Valladolid desde el día 12 de ese mismo mes, por lo que ERA INOCENTE.

Elias Fraile Arqueros, de 30 años, casado, con un hijo menor, jornalero, Tesorero de la Casa del Pueblo.

Saturio Francisco de Diego, de 48 años, jornalero, concejal. Casado y con siete hijos.

Leonardo Martín Recio, de 40 años, era el telegrafista de la estación de trenes de Laguna, estaba casado y tenía tres hijos.

Ezequiel Merchán Burón, de 33 años, casado, tres hijos menores, jornalero y Vicepresidente de las Juventudes Socialistas de Laguna.

Asterio Muñoz Rivera, de 24 años, jornalero, Vicesecretario de la Casa del Pueblo.

Gonzalo Santos Vallelado, de 24 años, soltero, jornalero. Había sido detenido el día 20 en las proximidades de Puente Duero, pero aún así fue fusilado.

Argimiro Vicente Muñoz, 32 años, casado, dos hijos menores, jornalero, Tesorero de la Casa del Pueblo.

El día siguiente, 28 de enero, fue fusilado el otro grupo de laguneros condenados a muerte:
Mariano Enjuto Ruiz, de 40 años, industrial, casado y con cuatro hijos. Era el Presidente de la Casa del Pueblo de Laguna de Duero.

Laureano Fraile Cortezón, de 32 años, soltero, jornalero, concejal.

Marcelino Hernández Hernández, de 26 años, jornalero, casado y con una hija pequeña. Era vocal de la Casa del Pueblo.

Hipólito Rodríguez Fernández, de 35 años, albañil, Secretario de la Casa del Pueblo.

Ramón Romera Ortega, de 54 años, casado y con cuatro hijos, era el Jefe de Estación de Laguna de Duero.

El día 22 de julio de 2017, el pueblo y la Corporación Municipal de Laguna de Duero rindieron reconocimiento y homenaje a estos laguneros, vecinos, trabajadores, y representantes de la voluntad popular, elegidos en las urnas democráticamente.

En su honor se erigió una escultura que simboliza la voluntad de conseguir Verdad, Justicia y Reparación para ellos y para todas las víctimas de la represión, y el fin de la impunidad de los crímenes franquistas.